viernes, 12 de diciembre de 2008

Ejemplos

A continuación se enuncian algunos registros ejemplo que pueden ser empleados como sugerencias de trabajo para la comprensión de las competencias en preescolar, al momento de recabar evidencias que después pueden ser incluidas en el registro de evaluación:

Ejemplo 1

Practica de clase de clase en grupo de 3er año, 2005. Elaborado por Norma Andrea Acosta Colín y Norma Rangel Lozano.

12 Ma: se refiere a maestra; No: niño; Na: niña, Ns: niños.

La situación didáctica que se reseña tuvo como intención favorecer la competencia “Comprende que las personas tienen diferentes necesidades, puntos de vista, culturas y creencias que deben ser tratadas con respeto”. La situación didáctica se organizó a partir de una introducción, para favorecer que los niños explicaran lo que sabían acerca de las entrevistas; después se entrevistarían unos a otros. La maestra concentraría las respuestas y finalmente se haría una valoración del trabajo realizado.

La situación didáctica se realizó en un grupo conformado por 29 niños –12 niñas y 17 niños y tuvo una duración de 80 minutos.

Algunas de las intervenciones al inicio del trabajo se describen a continuación.

Ma22 : —¿Para qué podemos hacer una entrevista?

Adrián: —¿Para saber qué edad tienen?, ¿cómo te llamas? (silencio)

Ma: —Nosotros vamos a investigar el día de hoy, sobre algo presente, sobre algo que nos ocurre a diario... recuerden que ayer hablábamos que hay algunas cuestiones o algunas vivencias que nos hacen sentir tristes, o contentos, o apenados, o enojados; entonces, para investigar qué nos hace sentir tristes, contentos o apenados, podemos hacer la entrevista como una forma de investigar, como una forma de buscar información. Adrián nos decía que la entrevista nos sirve para saber cómo nos llamamos, cuántos años cumplimos; pero la entrevista


También nos sirve para averiguar otro tipo de cosas más específicas aparte de nuestros datos personales. Hoy los invito a que hagamos una entrevista entre nosotros, en donde averigüemos qué nos hace sentir felices, qué nos hace sentir tristes y qué nos hace sentir apenados; para esto, les voy a proponer dos cosas, ¿ustedes han visto cómo se entrevista o ustedes han hecho una entrevista?

Algunas de las respuestas que dieron los niños y que iban siendo guiadas por la educadora, para favorecer que las ampliaran, fueron las siguientes:

Ns: —Nooo....

Ma: —¿Cómo suponen que se hace una entrevista?

No: —Hacen algunas preguntas y les dicen.

No: —Con un micrófono.

No: —O con un radio, como el que tiene (señala a la persona que trae la grabadora).

No: —Cuando la entrevista quieran hacerla... entonces con la cámara, están en un lugar y no le ponen cámara y empieza a hablar.

No: —Ajá, comienza a hablar y también salen en la tele.

No: —Porque le preguntan.

Na: —Para... escuchar lo que decimos.

Braulio: —Para que le pregunten y se grabe su voz.

No: —Para escribirlo.

Ma: —Para escribirlo, efectivamente; sobre todo cuando el investigador tiene que hacer un reporte por escrito.

No: —Prender la grabadora, primero la prendemos y hablamos... y luego la apagamos y ya cuando es el momento, la prendemos otra vez y ya se repite la voz.

Ma: —Cuando no tenemos grabadora lo que hacemos es escribir. Nosotros no tenemos grabadora... lo que sí traje fueron unos cuadernillos en donde ustedes podrán escribir lo que les conteste la persona que van a entrevistar.

No: —¿Como podamos? porque no sabemos escribir...


Ma: —Como ustedes puedan recordar lo que les dijo su compañero o compañera, algo que les sirva a ustedes para recordar lo que les dijo... lo importante es que en esas notas recuerden lo que les dijo la persona a la que entrevistaron...

Posteriormente, la educadora describió el procedimiento que seguirían. En parejas, primero uno de los niños o niñas entrevistaba y posteriormente era entrevistado. En total se conformaron 14 parejas: 12 de niños o niñas del mismo sexo; dos, de un niño y una niña. A continuación se plantearon las preguntas de la entrevista, que la educadora llevaba escritas en tres pliegos de papel y que colocó en el pizarrón. Una decía: ¿qué te hace sentir feliz?; otra, ¿qué te hace sentir triste?, y la última: ¿qué te hace sentir apenado? La educadora hizo preguntas para asegurarse de que los niños tenían claro lo que iban a hacer y entendían lo que significaba la palabra “apenado”, que, por cierto, los niños entendían sin ningún problema.

Los niños iniciaron la actividad haciendo la entrevista. Varios de ellos, primero copiaron las

preguntas en sus cuadernillos, por lo que tardaron en iniciar la actividad de entrevistar a su compañero o compañera de equipo.

Algunas de las situaciones que se registran del trabajo entre los niños, fueron las siguientes:

No: —¿Qué te hace sentir triste?

No: —Cuando no quieres jugar conmigo.

(El niño que preguntó apunta con letras la respuesta, lo hace con calma. Este niño usa diferentes letras que puede escribir)

[…]

No: —¿Qué te hace sentir feliz?

No: (Se queda pensando) —Mmm... mmm... Que me hagan masaje.

[…]

No1: —¿Qué te hace sentir apenado?

No2: —Queeee.... (silencio) bailar.

No1: —¿Bailar? (hace el intento de registrar algo en su cuadernillo )... no sé ni qué escribo (dice dirigiéndose a la educadora)


Ma. —¿Qué te dijo?

No1: —Que lo hace sentir apenado bailar, ¡no lo sé escribir!

Ma. —¿Con qué se escribe bailar?

No1: —Yo pensaba que era con la de Braulio.

Ma: —Sí y ¿cuál otra?

No1: (traza la “B” y sigue escribiendo otras letras, ya sin responderle a la educadora y sin hacerle más preguntas. Al parecer no estaba seguro de cómo tenía que registrar las respuestas, ya que la educadora les había dado la instrucción de hacerlo “como pudieran, para recordar las respuestas de su compañero”).

[…]

No1: —¿Qué más es lo que te hace sentir feliz?

No2: —Que me hagan caso.

No1: —Queee teee haaa gaan caa sooo... (El niño, a la vez que pronuncia la palabra, espaciando la pronunciación, escribe en su cuadernillo “so”).

[…]

Na: —A él nada le hace sentir ni apenado, ni triste: feliz nada más (dice la niña a la educadora).

Ma: —¿Estás seguro? A ver, piénsale un poco.

No: (silencio)

[…]

Monserrat: —¿Qué te hace sentir apenada?

Irlanda: —Lo que me apena, es un día cuando fui a la casa de mi tía y me hizo que baile en el tubo, entonces por eso me sentí apenada.

Monserrat: (se ríe...) —¿Por qué?

Irlanda: —Es que mi tía me hizo bailar en un tubo de adeveritas...

Los niños y las niñas realizaron la entrevista y el registro, esperando su turno de acuerdo al papel que les tocaba representar, ya sea el de entrevistador o el de entrevistado. Un poco antes de terminar esta actividad la educadora les avisó que ya iban a pasar a la siguiente.

Antes de iniciarla –consistía en que los niños le dictaran a la educadora las respuestas que obtuvieron de la entrevista y ella las concentrara en las hojas de papel–, la educadora solicitó a los niños que escribieran su nombre en la portada del cuadernillo.

Ma: —Les voy a decir cómo vamos a registrar nuestras respuestas: a uno de ustedes le voy a preguntar qué les respondió su compañero y ustedes van a revisar su libreta y me van a decir, para que yo marque cuántas respuestas son iguales a las que nos dio su compañero. Vamos a comenzar; a ver, Adrián, qué te dijo tu compañero. ¿Quién fue tu compañero?

Adrián: (señala con un dedo de la mano)

Ma: —Julian, ¿qué te dijo Julian, qué es lo que le hace sentir triste?

Adrián: —Cuando no se juntan con él.

Ma: —¿Alguien más registró una respuesta como ésta?

(Saúl levanta la mano)

Ma: —¿Qué te contestó tu compañero?

Saúl: —Que no le presten los juguetes...

Ma: —Para él, es que no le presten los juguetes. ¿Verdad? A ver, díctame tu respuesta,

¿cómo te dijo?

En esta situación, al parecer la educadora decide ajustar la planeación de la actividad. La inicia tratando de concentrar las respuestas para ver coincidencias y diferencias; sin embargo, decide pedirles a los niños que le dicten las respuestas y anotarlas todas en las hojas de papel.

Adrián: —Queee noo lee preees teeen (dictando).

Ma: —Que no le pres ten los ju gue tes (al escribir, retoma la forma en que el niño lo dice).

Luis Rodolfo, ¿a ti qué te respondió tu compañero?

Conforme la educadora va preguntando a los niños, va anotando en las hojas de papel sus respuestas.

Ma: —Monserrat, ¿qué te contestó Irlanda cuando le preguntaste qué es lo que la hace sentir apenada?

Monserrat: —Que cuando va a la casa de su tía la ponen a bailar con un tubo.

Ma: —A ver, repítemelo por favor Monserrat. Que cuando va a casa de su tía, la hace bailar en el tubo.

Ns: (ríen)

No: —La hace bailar con el tubo (ríe).

Ma: —Pero eso es algo que le apena a Irlanda, así que vamos a tener mucho cuidado de no reírnos de esto que a ella le apena, porque acuérdense que a ella bailar la hace sentir incómoda... si nos reímos ella puede igual sentirse incómoda.

La educadora dio la instrucción de que los niños anotaran su nombre en la portada del cuadernillo. El que utilizó Monserrat y en el que registró las respuestas de Irlanda es el siguiente:

[…]

Ma: —Braulio, ¿qué hace sentir apenado a tu compañero?, ¿qué te respondió?

Braulio: —Que chiiillee.

Ma: —¿Le da pena llorar? A ver, díctamelo, díctame la respuesta, con las palabras de tu compañero, díctamelas.

Braulio: (silencio)

Ma: —A ver, díctame la respuesta.

Braulio: —Que lo vean llorar.

[…]

Ma: —A ver, Favio, ¿me puedes decir qué te contestó tu compañero?, ¿qué lo hace sentir feliz?

Favio: —Que le hace sentir feliz cuando lo llevan a pasear en patines o en camioneta.

Ma: —Díctame por favor la respuesta.

Favio: —A paaa-seee-aaaar eeen paa tiii neeees oooo eeeen caaa miiooo neee taaa.

La forma en que Favio registró las respuestas de su compañero, es la siguiente.

Favio utilizó el cuardernillo en forma horizontal para la portada y el dibujo. Sin embargo, cuando escribió la respuestas, lo hizo utilizando una hoja del cuadernillo en forma vertical.


[…]

Al final de esta actividad, las respuestas de los niños quedaron registradas de la siguiente manera:

Que le da pena hablar cuando están los adultos.

Que no levante la mano.

Que se burlen de ella.

Que no le gusta saludar.

Que cuando va a la casa de su tía la ponen a bailar con un tubo.

Que vaya a la casa de su tía Lety.

Bailar.

Que chille.... Que lo vean llorar.

Que no le digan una respuesta.

¿Qué te hace sentir feliz? ¿Qué te hace sentir triste? ¿Qué te hace sentir apenado(a)?

A mí cuando me llevan a Mc Donals.

Cuando lo llevan a pasear en patines o en camioneta.

Que me compren juguetes.

Jugar con sus amigos.

También le gusta jugar con sus amigos.

Que saliera de la escuela.

Cuando no se juntan con él.

Que no le presten los juguetes.

Que le peguen.

Que no tenga amigos

Estar sola.

Que no sean sus amigos.

Que le peguen.

[…]

Para continuar con la situación didáctica, la educadora se apoya en el conjunto de respuestas obtenidas de las entrevistas de los niños.


Ma: —Muy bien, vamos a platicar sobre esas respuestas. Miren, para algunos niños que fueron entrevistados, esto es lo que los hace sentir contentos (señala las hojas de rotafolio); algo que los hace sentir tristes es cuando no... (la educadora lee todas las respuestas) eso es lo que hace sentir tristes a varios niños que forman parte de nuestro grupo (la educadora lee nuevamente la lista). Ricardo, ¿algunos de ustedes se han sentido así también por esas causas?,

¿sí?, ¿alguien se ha sentido solo y eso lo hace sentir triste?

(Varios niños levantan la mano)

Ma: —¿Alguno de ustedes se ha sentido triste cuando no tiene amigos?

(Varios niños levantan la mano)

Ma: —Fíjense que (aunque) sólo algunos niños nos respondieron esto, varios nos sentimos identificados con esto que dijeron, ¿verdad? Bueno, Mayte nos dice que no le gusta que se burlen de ella. ¿Alguno de ustedes se ha sentido preocupado o apenado porque se burlan de ustedes? A ver, vamos a levantar la mano; cuando se hayan sentido apenados alguna vez porque se hayan burlado de ustedes.

(Muchos niños levantan la mano)

Ma: —A Luis le da pena que lo vean llorar; ¿a alguien más le da pena que lo vean llorar?

No: A mí, maestra.

Ma: —Levantamos la mano; a ti, ¿no te da pena? A algunos sí nos da pena que nos vean

llorar y sobre todo yo he visto que a los hombres, a los varones, les da pena que los vean llorar; porque por ahí se dice que los niños no lloran ¿será cierto?

Ns: —No, no.

No: —Sí lloran: los niños chiquitos sí lloran y los grandes ya no porque les da pena.

Ma: —Mira, qué interesante, ¿por qué será eso?

Jaime: —Porque son los grandes y ya saben (silencio).

Ma: —¿Y ya saben qué?

No: —Mi hermano sí llora y ya es grande.

Ma: —O sea que los niños grandes también lloran.


No: —Sí, siiií.

No: —Mi primo que ya está bien grande, y es él el que me pone a hacer juegos de carreras y a bailar el tubo, a él cuando le pegan –y no le pegan tan duro– cuando le pegan mis primos y mi papá, sí llora porque le pegan.

En el desarrollo de esta parte de la conversación, aparecieron varios niños y niñas que retomaban la situación planteada por Irlanda acerca de que no le gustaba o le apenaba que su tía la hiciera bailar con el tubo, como una respuesta con la que se sentían identificados.

Ma: —O sea que los hombres, cuando crecen, también tienen razones para llorar, y una de las razones es cuando les pegan. ¿Por qué otras razones pueden llorar los hombres cuando son niños o cuando son grandes?

No: —Porque les saquen sangre.

Alejandra: —Las personas lloramos porque tenemos sentimientos.

Ma: —Irlanda nos dice algo muy interesante: los grandes se aguantan. Así que la gente, sea niña, sea adulta, tenemos sentimientos; y a veces hay cosas que nos hacen sentir tristes y nos hacen llorar y hay otras que nos hacen sentir apenados y nos hacen llorar, pero cuando nos aguantamos no quiere decir que no nos sintamos tristes o apenados: sólo quiere decir que no nos atrevemos a demostrar que nos sentimos tristes o apenados, eso es muy interesante que lo sepamos.

En esta dinámica participaron la mayoría de los niños del grupo. Para el cierre de la situación didáctica, la educadora planteó la siguiente pregunta:

Ma: —Oigan, ¿ustedes para qué creen que nos haya servido la entrevista del día de hoy?

¿Para qué, Silvana?

Silvana: (silencio)

Ma: —¿Qué crees que hayas aprendido hoy con la entrevista y con las respuestas que dieron nuestros compañeros?

Silvana: —Lo que nos da pena y lo que nos hace... (no se escucha bien).

Ma: —¿Quién más aprendió algo? A ver Irlanda.

Irlanda: —Aprendimos cómo son los sentimientos de los demás, y cómo los hace sentir felices.


Ma: —¿Qué más aprendimos con esta actividad?

No: —Maestra, yo aprendí lo que hacen los compañeros.

Ma: —Pero ¿de qué te diste cuenta?

No: —A escuchar lo que dijeron los compañeros.

Ma: —A escuchar lo que dijeron los compañeros. Gabriel, ¿tú qué nos puedes decir de esta actividad?

Gabriel: —Saber lo que los hace sentirse tristes, feliz o apenados.

Ma: —A ver, Alexis, ¿tú de qué te diste cuenta?

Alexis: Yo aprendí lo que hacen los compañeros...

Ma: Cristian, ¿tú qué aprendiste con la actividad del día de hoy?, o ¿de qué te diste cuenta?

Cristian: Saber lo que hace sentir feliz, triste o apenado.

Ma: ¿De que te sirvió saber lo que hace sentir, triste, feliz o apenado a los demás?, ¿para qué te sirvió saberlo?

Cristian: —Para aprender de los demás...



Ejemplo 2

El siguiente ejemplo corresponde a un registro obtenido de un cuadernillo.


Las imágenes del siguiente cuadernillo corresponden al registro realizado por Nirvana, quien durante el desarrollo de la actividad hizo lo siguiente: realizó la entrevista, sin embargo, parte de lo que registró en el cuadernillo fueron las preguntas que la educadora colocó en hojas de rota folio en el pizarrón. Nirvana elaboró el registro con un diseño propio, utilizando recuadros para separar cada pregunta, y dibujando caras –¿a manera de punteo o viñeta?– para diferenciar cada pregunta. Además de escribir la pregunta, dibujó caritas con distintas expresiones después de las ideas escritas.

No se cuenta con el registro de las respuestas que dio su compañera al ser entrevistada, por lo que no se sabe lo que representa el dibujo que elaboró.

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